Tradición japonesa en cada taza.
El matcha es un tipo especial de té verde que proviene de Japón. A diferencia del té verde normal, en el caso de la matcha, las hojas se sombrean primero, luego se cosechan a mano, se secan y luego se muelen en un polvo muy fino utilizando molinos. El proceso de molienda es lento para que las hojas no se calienten en exceso y no pierdan sabor o nutrientes. Esto significa que al consumir matcha, en realidad estamos ingiriendo la hoja entera del té verde (Camellia sinensis) en forma de polvo.
Tiene un color verde característico y un sabor pronunciado, ligeramente amargo con un tono terroso. Debido a su forma de preparación y consumo, es bastante diferente de otros tés, no solo en sabor, sino también en cómo lo incorporamos en nuestra rutina diaria. Tiene un efecto más potente que los tés verdes normales, ya que contiene una cantidad más concentrada de nutrientes que de otra manera no se absorberían en el cuerpo con una infusión de té normal.
Los primeros registros sobre el uso y consumo de matcha se remontan a más de 800 años atrás, cuando los monjes en China comenzaron a descubrir los increíbles beneficios del té matcha. A menudo se asocia con la tradición japonesa del té, pero cada vez más también con hábitos modernos. En los últimos años, se ha vuelto popular en todo el mundo, tanto entre los amantes del té como entre aquellos que buscan momentos de tranquilidad en medio del día.